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BMW Serie 3 330i

Con la nueva Serie 5, BMW ha recuperarado el terreno perdido y hace frente con un producto totalmente renovado al Mercedes Clase E y el más denostado Audi A6. Sin duda a los bávaros argumentos no le faltan para ocupar el escalón más alto de este elitista podium.

La anterior Serie 5 puso el listón muy alto, era un coche cómodo, seguro, eficaz y agradable de conducir. Todos estos atributos le sirvieron para convertirse durante muchos años en la berlina de lujo preferida por multitud de usuarios. Pero el tiempo no pasa en balde, y su diseño exterior estaba cada vez más desgastado y ya no transmitía el mismo felling. Por eso motivo, BMW presentó a mediados del año pasado la que podemos considerar como la berlina de lujo con mayor personalidad del mercado. Su diseño sigue las tendencias marcadas por el Serie 7, pero mucho más comedida en excentricidades. Su aspecto exterior es a la vez deportivo como elegante y marca las líneas maestras del próximo Serie 3. La parte frontal representa el punto de partida del innovador diseño, las líneas comienzan a fluir en la zona de los faros y acaban abrazando los costados. Pero sin dudas, la zona más audaz es la zaga. Sus curvas intuyen carácter y aplomo, es quizás la zona más sugerente del coche.

Revolución en su interior
En el habitáculo también se ha producido una revolución, ahora las plazas traseras son algo más amplias, el mayor inconveniente del modelo anterior. El diseño del salpicadero atiende a las nuevas propuestas estilísticas de la marca. Las formas dobles del tablero de instrumentos y la pantalla le confieren al conjunto una ergonomía muy lograda con una zona orientada hacia el conductor y otra con los elementos de mando para las funciones de confort.

De esta forma se obtiene una forma que se asemeja a dos olas seguidas cuya fluidez termina en el lado del acompañante. La zona de confort que se encuentra en el centro, entre el conductor y su acompañante, permite un acceso cómodo desde ambos lados a todas las funciones.

La tapicería básica es de tejido estructurado de un solo color, aunque con hilos brillantes intercalados, con lo que se obtiene una imagen de elegante sobriedad. Opcionalmente puede elegirse entre una combinación deportiva y elegante de tejido y piel, la piel «Dakota» con granulación marcada, la piel micro perforada «Nasca» para mejores condiciones térmicas y la lujosa piel de napa estructurada «Exklusive».

Nuevo equipamiento
El equipamiento de serie, entre otras cosas, incluye un climatizador con regulación automática de la humedad para evitar que se enfríen y se sequen las mucosidades. Aunque existen otros detalles que rizan el rizo, como la excelente dirección activa que regula las vueltas del volante necesarias para girar según la velocidad. Por otro lado, el criticado sistema I-Drive se ha simplificado respecto al que monta la Serie 7. Su uso es muy intuitivo, aunque requiere un tiempo de adaptación, estamos convencidos que un conductor que esté acostumbrado a manejar los múltiples aparatos electrónicos que nos rodean no tendrá ningún problema para sacarle todo el rendimiento al I-Drive, ahora una persona que no tenga ninguna experiencia en ordenadores, por ejemplo, le costará más trabajo gestionar correctamente el I-Drive.

El motor que hemos elegido para esta prueba una vez más nos ha dejado cautivados, y eso que en esta ocasión tenía que mover cerca de 1.600 kilos y lógicamente no ofrecía tanto empuje como un 330 Coupé. Aun en estas condiciones, el 3 litros con seis cilindros en línea ofrece suavidad, temperamento y unos ajustados consumos para los 231 CV que es capaz de desarrollar a 5.900 rpm. Pero quizás lo más importante es la grandes dosis de par que genera en toda la gama de revoluciones, en todas las marchas, excepto en sexta que es muy larga, sólo tenemos que acelerar y decidir donde queremos ir para que el 530i salga disparado como un obús. El mayor problema de este propulsor lo encontramos en su hermano, el 3 litros diesel. Y es que el motor diesel de BMW es tan sumamente bueno que consigue prácticamente las mismas prestaciones y unas recuperaciones como las de un buen gasolina de 300 CV, y todo esto con los consumos de un VW Golf TDI. Por ello, el 530d es la estrella de ventas de la gama, pero todavía quedan muchos usuarios que aprecian el clasicismo, progresividad y dinamismo de un seis cilindros en línea.

Comportamiento de primer nivel
El chasis del Serie 5 emplea muchas de las soluciones empleadas en su hermano mayor. Por ejemplo, el eje delantero de montantes telescópicos y tirantes es completamente de aluminio, exceptuando algunos componentes expuestos a grandes esfuerzos, tales como las barras de acoplamiento, los rodamientos y los pivotes articulados. El eje trasero por su parte, es igual al que se desarrollo para el Serie 7. Por la que la calidad de rodadura y el confort están asegurados.

Aparte de un notable confort, la Serie 5 destaca sobre todo por un increíble aplomo en todo tipo de trazados, ya sean autopistas o carreteras de montaña. Siempre mantiene la trazada, sin despeinarse ni hacer movimientos parásitos. En curvas con amplio radio de giro la sensación es parecida al de circular en un tren de alta velocidad, no balancea, no cabecea y no hace ruido. Pero donde más nos ha sorprendido es en carreteras repletas de curvas. Lógicamente con casi cinco metros de largo este no es su terreno preferido, pero su agilidad recuerda a la de un compacto de no más de cuatro metros, es sensacional la puesta a punto de un bastidor tan sumamente equilibrado.

La Serie 5 de BMW ha puesto el listón muy alto en la categoría, con un vehículo muy avanzado tecnológicamente, unos excelentes acabados y un diseño muy personal y diferenciador. El siguiente paso es tener 46.500 euros en la cuenta corriente para conducir la mejor berlina de lujo del momento.

Publicado el 05/02/2008 a las 19:25