Citroën ya comercializará el C4 BioFlex. Se trata de un vehículo que puede utilizar un carburante configurable o flexfuel. En un principio, la venta de este modelo se iniciará en Francia y Suecia y rápidamente se comercializará en otros países europeos, la mayoría de ellos con políticas que apoyan estos nuevos carburantes.
C4 BioFlex es la primera propuesta de Citroën dentro del sector de los vehículos que funcionan con biocarburantes en el mercado europeo. En Brasil, donde Citroën comercializa automóviles flexfuel, este tipo de vehículos representó el 65% de las ventas de la marca en 2006 y más del 80% desde el principio de 2007. Esta oferta permite que Citroën esté presente en un segmento de mercado nuevo para esta zona del mundo. En Francia, han empezado a implantarse gasolineras que distribuyen E85. Está previsto que, hasta finales de 2007, se instalen 500 surtidores.
Equipado con un motor de 1.6 litros que desarrolla 82 Kw (113 CV DIN), el C4 BioFlex es un modelo más dentro de la gama del C4, con los mismos equipamientos y el mismo acabado que las demás motorizaciones.
Esta nueva versión del C4 contribuye a la reducción del efecto invernadero, ya que sus emisiones de CO2 son un 5% menores en ciclo mixto, y ayuda a la disminución de la dependencia energética, al utilizar una energía renovable. Teniendo en cuenta la absorción de dióxido de carbono desde el nacimiento de las plantas hasta la salida del gas por el escape del vehículo, la reducción de emisiones alcanza el 40%.
El C4 BioFlex, disponible en carrocería de 5 puertas, será presentado, en Francia, al mismo precio que las versiones gasolina 1.6i 16V: 18.650€ (Pack), 20.000€ (Pack Ambiance) y 22.150€ (Exclusive).
Impacto positivo sobre el medio ambiente
El bioetanol, carburante vegetal, es un alcohol producido por fermentación, ya sea del azúcar de las plantas (remolacha) o del almidón de los cereales (trigo, maíz). La utilización del bioetanol posee algunas ventajas para el medio ambiente:
A diferencia de los carburantes fósiles, las emisiones de gas de efecto invernadero o de CO2 (dióxido de carbono) producidas por los vehículos que funcionan con biocarburantes se absorben en gran medida por el crecimiento natural de las plantas que sirven para fabricar ese bioetanol. Estos vegetales también absorben emisiones de CO2 de otras fuentes. De esta forma, teniendo en cuenta las emisiones de CO2 del ciclo completo de producción del biocombustible, es decir, crecimiento, cosecha, transformación, gestión de residuos y utilización, se consigue llegar a una reducción de las emisiones de CO2 de un 40%. Es lo que se conoce como emisiones “del pozo a la rueda” o “del campo al escape”.
• La utilización de este biocarburante permite también, gracias al oxígeno que lo compone, reducir otros contaminantes y, en particular, el monóxido de carbono (CO). El carburante E85 no contiene azufre.
• Por último, a diferencia de los carburantes fósiles, los biocarburantes son energías renovables.
El C4 BioFlex inicia de esta forma un ciclo de reducción y absorción de las emisiones de gas de efecto invernadero.
Balance económico favorable
El balance económico de los vehículos que funcionan con bioetanol varía en función de cada país y depende de la política fiscal aplicada. En el mercado francés, el precio del litro es de alrededor de 0,80€. Ello permite al C4 BioFlex ser particularmente competitivo económicamente.
Además, existen políticas fiscales que favorecen la utilización de este carburante:
• La reducción entre el 50 y el 100% de impuesto de matriculación, en función de las regiones.
• La exoneración del impuesto de circulación durante dos años.
• Deducciones fiscales por amortización, excepcionales sobre 12 meses, en vez de 5 años, para los vehículos de empresa.
• La recuperación del 80% del IVA sobre el carburante.
En Suecia, el desarrollo del E85 está muy avanzado. Se han instalado 650 surtidores y más del 13% de los vehículos comercializados en este país durante 2006 eran de tipo Flexfuel.
En materia de consumo y emisiones, los valores en un ciclo mixto son de 9,8 l/100km y las emisiones de CO2 se reducen a 160g frente a los 7,1 l/100km y 169 g de CO2 por km de la versión 1.6i 16v estándar.
Esto implica una ventaja importante sobre el coste por consumo, que pasa de 9,23 céntimos por kilómetro con gasolina sin plomo SP95 (1,30 € por litro) a 7,84 céntimos por Km con un carburante E85 (0,80 € por litro), en el territorio francés.
La fabricación y la puesta a punto de la mecánica del C4 Bioflex le permiten circular de manera indiferente con un carburante sin plomo estándar (RON 95 o 98), con bioetanol –puede incorporar hasta un 85% de etanol (E85)– o una mezcla de ambos. Así, el porcentaje de etanol puede variar del 0 al 85%.
Para la puesta a punto del C4 BioFlex se ha necesitado trabajar sobre dos ejes de desarrollo. Por un lado, hubo que asegurarse de que la entrada de etanol no dañara ninguna pieza o componente con los que entra en contacto y, por otro lado, había que realizar una puesta a punto del motor, que pudiera asegurar un correcto funcionamiento fuera cual fuera la proporción de alcohol presente en el carburante.
El motor, importado de Brasil, incorpora modificaciones que ya han sido aplicadas en los vehículos locales, ubicadas principalmente en algunas piezas en contacto con el carburante, como los segmentos y los asientos de las válvulas.
Las demás modificaciones tienen que ver con todo lo relacionado con la circulación del carburante: desde el depósito, pasando por los sistemas de aforo y bombeo del carburante y las canalizaciones, hasta el filtro del carburante.
Por otro lado, la adaptación del motor ha permitido integrar nuevos reguladores que se adaptan automáticamente a la proporción de alcohol del carburante. Para asegurar esta regulación, tras cada carga de carburante en el depósito se realiza un análisis de la proporción de alcohol para elegir la mejor curva de funcionamiento. Durante este análisis, el motor funciona con reguladores de “protección”, que son compatibles con cualquier tipo de mezcla autorizada, entre el 0 y el 85% de etanol.
Al utilizar el carburante E85 los resultados obtenidos progresan, con una potencia máxima de 82 kW (ò 113 CV DIN, en lugar de 80 kW/110 CV DIN) a 5.800 rpm, mejorando un 2,5%, y un par motor máximo de 153 Nm (en vez de 147) a 4.000 rpm, un 4% más.
Utilizando este motor con un carburante sin plomo estándar (SP95), las prestaciones del motor son prácticamente las mismas que las de la versión 1.6i 16v de serie.
La adaptación realizada resulta completamente transparente para el cliente, excepto por las revisiones de mantenimiento, que pasan a realizarse cada 20.000 Km, en el mercado francés.