Cuatro años después del inicio de su comercialización, Mercedes-Benz somete a la Clase SL a una importante revalorización en cuanto a técnica, diseño y equipamiento. Los motores, la transmisión y el tren de rodaje tienen ahora un ajuste más deportivo, de modo que este roadster único en su género destaca con más dinamismo en la conducción dando continuidad a más de 50 años del “mito SL”.
Gracias a un nuevo motor V6 y V8, así como un más potente V12, el placer de conducción está fuera de toda duda. Con el tren de rodaje Active Body Control en su segunda generación y la dirección más directa se aprecia un claro aumento del carácter deportivo emparejado con el típico confort del SL. Un frontal nuevo, pilotos traseros nuevos y llantas de aleación también nuevas contribuyen a una apariencia más dinámica de la Clase SL actualizada.
Con una potencia de 388 CV y 530 Nm el V8 de nuevo diseño del SL 500 cumple todos los requisitos que se pueden exigir a un potente deportivo. El motor de ocho cilindros cubica 5,5 litros y se encuentra entre las mecánicas más potentes de su cilindrada. El SL 500 acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos (modelo anterior: 6,2 segundos).
A pesar de que su potencia es un 26 por ciento mayor, el consumo (NEFZ total) se mantiene en el nivel del antecesor con 12,2 litros a los 100 kilómetros. El motor de seis cilindros del SL 350 también es de nuevo desarrollo. Este V6 con 272 CV presenta un aumento de potencia en torno a un 11 por ciento y el consumo se reduce en más de un litro cada 100 kilómetros. El consumo mixto en ciclo NEFZ asciende a 10,3 litros a los 100 km.
El SL 350 acelera en 6,6 segundos de 0 a 100 km/h aventajando en más de medio segundo al modelo predecesor. A la cabeza de la gama de este modelo se encuentra el motor biturbo V12 del SL 600. Su potencia se ha disparado hasta 517 CV, el par máximo hasta 830 Newtonmetros. Con el motor de doce cilindros la Clase SL acelera en apenas 4,5 segundos de 0 a 100 km/h (anterior modelo: 4,7 segundos).
Se han desarrollado nuevos sistemas de escape para las tres versiones de motorización de la Clase SL: el agradable y potente sonido del motor viene acompañando de un extraordinario nivel de confort para trayectos de largo recorrido. Mercedes-Benz equipa los modelos V6 y V8 de la nueva Clase SL con el cambio automático de siete velocidades 7G-TRONIC. Eligiendo el equipamiento opcional 7G-TRONIC Sport en la modalidad “M” el cambio de marchas es hasta un 30 por ciento más rápido; además, las marchas se pueden cambiar con los pulsadores en el volante de forma similar a la Fórmula 1.
ABC DE SEGUNDA GENERACIÓN
El tren de rodaje activo denominado Active Body Control (de serie en el SL 500 y el SL 600) es considerado un hito en la técnica del automóvil y ha sido perfeccionado para la nueva Clase SL en su segunda generación. Los movimientos de la carrocería en situaciones comprometidas se reducen hasta un 60 por ciento con respecto al modelo anterior. Esto significa que la Clase SL accede a nuevas dimensiones de dinámica de conducción, a la vez que destaca con el mismo alto nivel de confort.
El Active Body Control es de serie en los modelos SL 500 y SL 600, mientras está disponible como opción para el SL 350. Ahora la nueva Clase SL resulta aún más manejable con su dirección de desmultiplicación más directa y un nuevo ajuste de la válvula. Los frenos del SL 350 y del SL 500 también han sido adaptados a las mayores prestaciones del motor.
La nueva generación de la Clase SL de Mercedes-Benz se presenta lista y a punto para el futuro con un diseño de carrocería discretamente actualizado. Un nuevo paragolpes con tres grandes bocas de refrigeración, una forma más acusada de flecha y faros antiniebla con aros cromados resaltan la fuerza de este biplaza y lo hacen parecer más ancho. Con todo ello combina perfectamente la nueva parrilla, pintada en color plateado mate con tres laminas y apliques cromados. La vista de perfil se caracteriza por las nuevas llantas de aleación que le imprimen un aspecto deportivo con su diseño. Nuevos pilotos traseros completan la actualización: su división horizontal y los cristales transparentes, en color rojiblanco, acentúan la anchura de la musculosa parte trasera. Los nuevos detalles de la carrocería se incorporan con plena armonía en el repetidamente premiado diseño de la Clase SL, que con sus líneas tensas y elegantes resulta único e inconfundible.