La gama Mégane se comercializará con una nueva versión del 1.9 dCi con 130 CV (96 kW) a 4.000 r.p.m., con un par máximo de 300 Nm a 2.000 r.p.m. Está asociado a una caja de velocidades de 6 marchas. Según las cifras ofrecidas por Renault, en la Grand Scénic se obtiene un consumo de 6,0 l/100 km en ciclo mixto europeo, con una autonomía de 1.000 km.
Este motor viene equipado con un filtro de partículas de última generación, llamado de «regeneración periódica» y que funciona sin aditivos. Las partículas acumuladas en el filtro son quemadas cada 300 a 1.200 km dependiendo de la utilización.
Su combustión se efectúa de forma natural por la presencia de oxígeno y de gases de escape llevados a 570 grados centígrados a través de una post-inyección de gasóleo.
Como complemento, una nueva válvula EGR recicla un mayor volumen de gases de escape hacia el colector de admisión. Mezclados con los gases frescos, mejoran la combustión y reducen la formación de óxido de nitrógeno (NOx).
Este motor destaca también por su rendimiento. La presión de sobrealimentación del turbo de geometría variable es de 2,5 bares, es decir, 300 mili bares más que en la versión Euro 3. Además de un nuevo diseño de la cámara de combustión, el motor 1.9 dCi recibe un sistema de inyección de última generación.
La presión de inyección ha pasado a ser de 1.600 bares (antes era de 1.350 bares) para una pulverización del carburante más fina. Unas inyecciones múltiples favorecen también la calidad de la combustión, así como la acústica (la preinyección elimina el golpeteo en frío y los ruidos llamados «de ráfaga») y la anticontaminación (post-inyección para la regeneración del filtro de partículas).